viernes, 1 de mayo de 2015

La estimulación cognitiva y sus beneficios

De todos es sabido que, con el paso de los años, nuestras funciones cognitivas y nuestras capacidades se van deteriorando. Sin embargo, nuestro cerebro es capaz de retener todas aquellas experiencias enriquecedoras que hayamos tenido a lo largo de nuestra vida, nuestro nivel cultural y nuestra formación. A esta relación existente entre nuestro cerebro y nuestro comportamiento tras el paso de los años se le conoce como reserva cognitiva. 

Según diversos estudios relacionados con el Alzheimer y sus pacientes, se ha llegado a la conclusión de que aquellos enfermos que cuentan con una buena reserva cognitiva, tienden a tener un curso de la enfermedad más benigno que otros, ya que tardan más en mostrar sus síntomas porque su cerebro compensa mejor los errores. Sin embargo, debemos aclarar que, aunque un paciente tenga una buena reserva cognitiva, esto no le excluye de padecer esta enfermedad, sino que los efectos agravantes de la misma se ralentizan. 

Aunque aún no se ha conseguido descubrir ningún tratamiento que haya sido capaz de frenar esta enfermedad, existen terapias que, con su desarrollo, han demostrado ser altamente beneficiosas para estos pacientes. Como hemos comentado en posts anteriores, la musicoterapia es una de ellas, pero ahora nos centraremos en la llamada estimulación cognitiva.

¿Qué es la estimulación cognitiva?

La estimulación cognitiva es un tratamiento diseñado y aplicado por especialistas y que se ha utilizado como una terapia complementaria a los fármacos específicos para el Alzheimer.  
Los profesionales que trabajan con este tratamiento, realizan una valoración previa del paciente, en la que obtienen información sobre el estado de la enfermedad, tanto a nivel cognitivo como de comportamiento, además de sobre su estado anímico consigo mismo y con su entorno. Una vez estimados todos estos aspectos, el profesional tiene la suficiente información como para adaptar las actividades de estimulación cognitiva a cada paciente en función de sus necesidades.


Así pues, lo que se pretende con la estimulación cognitiva es activar las funciones mentales de manera global, con el fin de mantenerlas y ralentizar su deterioro que trae consigo la enfermedad. Además, debemos apuntar que las actividades que se realizan con la estimulación cognitiva intentan ser fundamentalmente prácticas ya que son éstas las que estimulan más su cerebro porque requieren más esfuerzo.

Sin embargo, siempre tenemos que tener presente que cada paciente es único, que su enfermedad se puede desarrollar de una forma muy distinta a la de cualquier otro y que cada uno tiene ritmos diferentes. A esto debe atender también la estimulación cognitiva, pues a la hora de plantear las actividades con el paciente enfermo de Alzheimer, debe tenerse en cuenta qué puede hacer y qué no: así, es siempre importante que el profesional que trabaje con ellos sea consciente de sus limitaciones y le muestre su ayuda en caso de que tenga dificultades para resolver la actividad, con el fin de que ese momento de trabajo sea lo más agradable posible para el paciente.

Con todo lo que hemos comentado anteriormente, podemos llegar a la conclusión de que es importante mantenerse activo en todas las etapas de nuestra vida, pues esto nos supondrá un beneficio en un futuro y ayudará siempre a tener una mejor calidad de vida.

-Escrito por Mª Elena Chinea Rodríguez-

Fuente: Estimulación cognitiva en pacientes con Alzheimer; http://knowalzheimer.com/cuidadores/estimulacion-cognitiva/; acceso a recurso web el día 30 de abril de 2015.
Imagen: Imagen extraída de Google Imágenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario